Si no estás segura de que algo que deseas moleste a tus padres, pregunta primero. Si tienes dudas en preguntar, es probable que sea una buena señal de que los molestará. Cuando les preguntes, siempre debes asegurarte de haber pensado en los posibles resultados de lo que vayas a preguntar para anticipar las preocupaciones que tus padres puedan tener. No te molestes. Aunque tus padres pueden oponerse a tu sugerencia, recuerda permanecer calmada y presentar los hechos y ejemplos para ilustrar por qué debes hacer algo y por qué eres capaz de lidiar con cualquier resultado. En especial si todavía vives con tus padres, si te dicen que no, siempre debes seguir sus deseos, aunque no sea lo que prefieras .
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